¿Es ocaso, o es crepúsculo? ¿Es el nacimiento de un día, o
el fin de una vida? Qué lejano resulta el comienzo del camino de la meta y, sin embargo, cómo se parece.
Nuestra vida es luz y sombra, yin y yang. Son opuestas pero
no hay una sin otra. Y lo curioso es que pasamos toda una vida intentando
discernir entre una y otra. Pero siempre acabamos por ver que son dos caras de
la misma moneda.
Qué diferentes nos parecen los polos opuestos y, sin
embargo, resulta que los contrarios pueden convivir creando belleza y armonía.
El amanecer es el paso de las sombras a la luz y el
atardecer de la luz a las sombras. Pero es en la penumbra donde verdaderamente
está en paz nuestro corazón.
Y en tu viaje, siempre ten en cuenta de dónde vienes y dónde
acabarás.















